Por qué los países celebran el “Día Internacional de la Energía Limpia”

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El Día Internacional de la Energía Limpia es una jornada conmemorativa que se celebra anualmente el 26 de enero desde 2024. Fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de agosto de 2023 con el objetivo de concienciar sobre la importancia de las energías limpias para combatir el cambio climático y promover el desarrollo sostenible.

Las energías limpias son aquellas cuya generación y consumo no producen emisiones contaminantes. Hablamos de la energía solar, la energía eólica, la energía hidroeléctrica, la energía geotérmica y la energía nuclear de fusión.

¿Por qué es importante celebrar el Día Internacional de la Energía Limpia?

El cambio climático es uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta la humanidad en la actualidad. Las emisiones de gases de efecto invernadero, producidas principalmente por la quema de combustibles fósiles, son la principal causa del cambio climático.

Las energías limpias son una solución fundamental para combatir el cambio climático. Al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, las energías limpias ayudan a mitigar los efectos del cambio climático y a proteger el medio ambiente.

Además de su impacto positivo en el medio ambiente, las energías limpias también ofrecen una serie de beneficios económicos y sociales. Las energías limpias crean empleos y oportunidades económicas, y contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas.

Energía limpia y desarrollo humano

De acuerdo con la ONU, “en la actualidad 675 millones de personas viven en la más absoluta oscuridad; 4 de cada 5 se encuentran en el África subsahariana”. El acceso a la energía es determinante para el desarrollo de las personas y las comunidades: “La conexión entre energía limpia, desarrollo socioeconómico y sostenibilidad ambiental es crucial para abordar los problemas a los que se enfrentan las comunidades vulnerables en todo el mundo.”

La Asamblea General de la ONU declaró el Día Internacional de la Energía Limpia el 26 de enero (resolución A/77/327) “con el fin de concienciar y movilizar hacia una transición justa e inclusiva hacia la energía limpia en beneficio de las personas y el planeta.”

Esta organización se apoya en datos científicos para afirmar que “si queremos limitar el cambio climático, debemos evitar depender tanto de los combustibles fósiles e invertir más en fuentes de energía alternativas”. Estas energías deben provenir de fuentes renovables, “que sean limpias, accesibles, asequibles económicamente, sostenibles y confiables”. A su vez, la ONU destaca que las fuentes de energías renovables son abundantes en nuestro entorno, “ya sean aportadas por el Sol, el viento, el agua, los residuos o el mismo calor de la Tierra, son renovadas por la propia naturaleza y emiten pocos (o ninguno) contaminantes o gases de efecto invernadero en el aire”.

Asimismo, la eficiencia energética es clave. Este aspecto pone el foco en los niveles de consumo: “se trata de consumir menos energía para obtener los mismos resultados, mediante tecnologías más eficientes en los sectores del transporte, la vivienda, el alumbrado y los aparatos eléctricos”.