La “Carta de Descarbonización” como escudo para las criticas a la industria en la COP28

La industria del petróleo busca seducir a los participantes de la 28° Cumbre de Naciones Unidas por el Clima pero no tiene un escenario fácil por delante.

Los ojos de la industria energética a nivel mundial están puestos en los resultados de la COP28, que se lleva adelante en Dubai hasta el 12 de diciembre.

Para muchos actores internacionales, uno de los principales responsables del calentamiento global es la industria de los hidrocarburos. A pesar de lo mucho que pudo hacer en los últimos años para reducir su huella de carbono, sigue siendo el principal blanco de las críticas en la Cumbre por el Clima.

Para intentar aquietar los ánimos previos a la Cumbre, 50 empresas, que representan más del 40 por ciento de la producción mundial de petróleo, adhirieron a la Carta de Descarbonización del Petróleo y el Gas (OGDC), comprometiéndose a lograr cero emisiones de metano y poner fin a la quema rutinaria para 2030, y a un total de operaciones netas cero para 2050 a más tardar.

Sin embargo, la respuesta no se hizo esperar. En el inicio de la cuarta jornada de la conferencia de la ONU sobre el clima de este año, António Guterres, secretario general de la ONU, declaró: “La industria de los combustibles fósiles empieza por fin a despertar, pero las promesas hechas se quedan claramente cortas”.

El máximo responsable de la ONU hizo esa afirmación en reacción al compromiso anunciado el sábado por varias grandes empresas petroleras y gasísticas de reducir las fugas de metano de sus oleoductos de aquí al año 2030.

Guterres afirmó que se trata de un “paso en la buena dirección”, pero observó que la promesa no aborda una cuestión fundamental, a saber, la eliminación de las emisiones derivadas del consumo de combustibles fósiles.

El metano, un potente gas de efecto invernadero

El metano (CH4) es un componente primario del gas natural y es responsable de aproximadamente un tercio del calentamiento planetario que vemos hoy en día. Tiene una vida corta, pero es más potente que el dióxido de carbono, que es el gas de efecto invernadero con más impacto en el cambio climático. Si no se toman medidas serias, se prevé que las emisiones antropogénicas mundiales de metano aumenten hasta un 13% de aquí a 2030.

Apodando a las compañías de petróleo y gas, los “gigantes detrás de la crisis climática”, el Secretario General también señaló que el compromiso no proporcionaba claridad sobre el camino para llegar a las cero emisiones netas en 2050, que es “absolutamente esencial para garantizar la integridad.”

“La ciencia es clara: debemos eliminar gradualmente los combustibles fósiles en un plazo compatible con la limitación del calentamiento global a 1,5 grados”, reiteró, en referencia a uno de los objetivos clave establecidos por el histórico Acuerdo de París de 2015.

“No debe haber lugar para el lavado verde”, dijo, refiriéndose a los peligros que entraña la promoción del marketing ecológico engañoso y las falsas afirmaciones de sostenibilidad.