El incierto camino hacia la transición energética

La 28ª Conferencia de las Partes (COP28) sobre el cambio climático, que se celebra en Dubai, entró en tiempo extra debido a la falta de consenso sobre el uso de los combustibles fósiles. Los negociadores de unos 200 países están luchando por llegar a un acuerdo sobre la redacción de una declaración final.

El presidente de la COP28, Sultan Ahmed al Jaber, ministro de Industria de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), había esperado concluir la reunión el martes por la mañana. Sin embargo, muchos países siguen decepcionados porque el borrador del texto de 21 páginas no va lo suficientemente lejos en cuanto a los compromisos para poner fin al uso de combustibles fósiles.

El borrador del documento publicado el lunes solo menciona una “reducción” en el consumo y la producción de combustibles fósiles, en lugar de una “eliminación” gradual. En una versión anterior, todavía se mencionaba la eliminación gradual como una de varias opciones.

Además de definir si se intentará “reducir” o “eliminar” progresivamente el uso del petróleo, el gas y el carbón, los negociadores buscarán establecer si estas medidas serán opcionales o un compromiso real.

El papel de China y Estados Unidos, los principales emisores de gases de efecto invernadero (GEI) del planeta, será determinante. El director general de la COP28, Majid Al Suwaidi, señaló que la presidencia emiratí estaba trabajando en un nuevo borrador de acuerdo, basado en las “líneas rojas” expresadas por los países con el objetivo de “llegar a un consenso”.

El texto es “claramente insuficiente”, evaluó la ministra de Transición Ecológica española, Teresa Ribera. Ribera y el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, se reunieron con el secretario general de la ONU, António Guterres, a primera hora del martes.

El camino al invernadero, plagado de buenas intenciones

Aunque todas las miradas se centran en los combustibles fósiles, hay otros temas que plantean también mucho trabajo por delante, como fijar metas comunes sobre la adaptación al cambio climático. Esto implica sintetizar las políticas que llevará adelante cada país para limitar las GEI y generar respuestas coordinadas que se adapten a los territorios, ecosistemas y comunidades vulnerables a los impactos del cambio climático.

“Hay varios escenarios por delante. En el mejor de los casos, las partes encuentran puntos de compromiso que reflejan el consenso”, explicó Cassie Flynn, directora global de cambio climático del Programa de Desarrollo de la ONU.

La COP28 debería en principio cerrarse con una declaración votada por consenso, pero no hay un nuevo borrador sobre la mesa. El objetivo del Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático de 2015 era mantener el aumento de la temperatura mundial en un máximo de 1,5 ºC.

La COP28 representa una oportunidad crucial para corregir el rumbo y acelerar la acción para abordar la crisis climática. Sin embargo, a medida que la conferencia se prolonga, el camino hacia un futuro sostenible sigue siendo incierto.

La transición energética es un desafío complejo que requiere un compromiso global y una acción decisiva. La pregunta es: ¿Estamos listos para hacer los sacrificios necesarios para asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras? De momento, las buenas intenciones de los países involucrados estarían guiando el curso en sentido contrario, al centro del invernadero.