Se implementará en abril de 2025 y priorizará a los sectores más vulnerables, con un enfoque en la eficiencia del consumo. Durante esta transición, el gobierno mantendrá el sistema vigente, basado en los niveles N1, N2 y N3, mientras ajusta los mecanismos administrativos, técnicos y regulatorios necesarios para implementar el nuevo esquema.
La secretaría de Energía de Argentina anunció durante el evento Energy Day, organizado por EconoJournal, la redefinición del esquema de subsidios para el gas y la electricidad. La titular de la cartera, María Tettamanti, explicó que el modelo actual de segmentación en tres niveles será reemplazado por un sistema de tarifa focalizada, con un bloque mínimo subsidiado para los sectores más vulnerables y costos reales para consumos adicionales.
Según detalló Tettamanti, el nuevo esquema busca fomentar el uso eficiente de la energía, limitando el subsidio a un bloque inicial que contemple las necesidades básicas de los hogares. “Queremos que los costos reales de producción, transporte y distribución se reflejen en el consumo que exceda ese bloque subsidiado”, sostuvo la funcionaria, quien además señaló que este enfoque incluirá ajustes para considerar las diferencias climáticas en diversas regiones del país, especialmente en el caso de la electricidad.
El esquema entrará en vigor en abril de 2025, tras un período de transición que extenderá el modelo actual. La decisión responde a la necesidad de optimizar los recursos públicos y alinear las tarifas con criterios de sostenibilidad económica y social.
Un cambio estructural para el sector energético
La secretaria también destacó la importancia de avanzar en una Revisión Tarifaria Integral (RTI), con el objetivo de establecer un sistema tarifario justo y predecible. “Las tarifas deben garantizar una rentabilidad razonable y cubrir los costos operativos, pero también necesitamos un ritmo de implementación que sea compatible con la estabilidad macroeconómica”, afirmó.
El anuncio incluyó un enfoque hacia una mayor participación del sector privado en la generación y el transporte de energía. Se mencionaron proyectos clave, como la ampliación del transporte eléctrico en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y nuevas licitaciones para aumentar la capacidad de generación.
Desafíos para la imlementación del nuevo esquema de subsidios
La implementación del nuevo esquema de segmentación de subsidios energéticos enfrenta varios desafíos técnicos, sociales y económicos que la secretaria de Energía, María Tettamanti, reconoció durante su exposición en el Energy Day. Uno de los principales retos es la necesidad de garantizar que el nuevo modelo tarifario refleje de manera justa las diferencias de consumo entre las diversas regiones del país. Esto requiere ajustar los bloques subsidiados para considerar factores climáticos que impactan significativamente en las necesidades energéticas, particularmente en electricidad, donde estas distinciones aún no están contempladas.
Otro desafío crucial es asegurar que el esquema sea implementado de manera gradual, minimizando el impacto en las economías familiares y evitando desestabilizar el sistema energético. Esto implica realizar cálculos precisos para determinar el impacto tarifario, ajustar los sistemas de facturación y coordinar con las empresas distribuidoras y generadoras. Además, el sector enfrenta problemas financieros como las deudas de las distribuidoras con CAMMESA, lo que complica la sostenibilidad económica del sistema y la capacidad de inversión necesaria para que las empresas puedan adaptarse al nuevo modelo.
Por último, el cambio debe alinearse con la estabilidad macroeconómica, un aspecto que Tettamanti destacó como prioritario. Esto significa que el nuevo esquema no solo debe cubrir los costos de producción y distribución, sino también garantizar una rentabilidad justa para atraer inversiones a largo plazo. Además, el gobierno busca asegurar reglas claras y perdurables, evitando fluctuaciones que desincentiven a los actores privados. Este enfoque de equilibrio entre la justicia social, la eficiencia energética y la sostenibilidad económica constituye uno de los mayores retos de la gestión.
Libertad de mercado y exportaciones
Tettamanti subrayó el compromiso del gobierno con la desregulación del mercado energético, en línea con la reciente reglamentación de la Ley Bases. La normativa prioriza la exportación de hidrocarburos, aunque mantiene herramientas de control en casos excepcionales. “El espíritu de la ley es maximizar la renta y garantizar la libertad de mercado”, explicó.
Privatización de infraestructura clave
Finalmente, la funcionaria abordó la privatización del Gasoducto Perito Moreno, proyecto declarado de interés público. Este cambio busca transferir completamente la gestión al sector privado, como parte de un plan más amplio para reducir la participación estatal en activos estratégicos.
El anuncio del nuevo esquema de segmentación y las medidas complementarias forman parte de una estrategia para reestructurar el sector energético argentino, garantizando su sostenibilidad y adaptabilidad a los desafíos futuros.