El intendente de Comodoro, Othar Macharashvili, busca evaluar y cuantificar los pasivos ambientales de la actividad hidrocarburífera. Así lo confirmó en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante.
El anuncio de YPF de salir de los Bloques convencionales que la compañía opera en Chubut fue uno de los ejes del discurso del intendente de Comodoro al realizar la apertura de sesiones del Concejo Deliberante.
“No somos idiotas útiles”, afirmó Othar Macharashvili, quién consideró que “el precio de salida no es ni un acueducto, ni una escuela o un hospital nuevo”, en relación con el plan de YPF de desinversión en las cuencas maduras.
Conocedor del escenario en el cual se mueve, el intendente y el conjunto de los dirigentes políticos de la ciudad van a impulsar un proyecto de ordenanza que tiene por objetivo “identificar, evaluar y cuantificar los pasivos ambientales generados por la actividad hidrocarburífera dentro del ejido municipal y su área de influencia”.
El proyecto va a establecer la obligación para todas las empresas responsables de estas áreas hidrocarburíferas de sanear, restaurar, tratar, monitorear y acondicionar las áreas afectadas o degradadas, y cualquier otro sitio abandonado que represente un riesgo para la salud o para la propiedad pública y privada de la ciudad.
Sentido Energético ya dio cuenta del costo que implicaría para YPF asumir sus pasivos ambientales en la ciudad de Comodoro al punto podría hacer naufragar el plan de Horacio Marin de concentrar toda la inversión en Vaca Muerta.
Los próximos días serán claves para entender si esta ordenanza, que no sólo afecta a YPF sino a toda la industria, es una amenaza más, al corriente con los tiempos, o se convierte en un proyecto serio con un impacto económico muy alto para el sector.