¿Cómo es el sistema de tarifas donde el precio de la energía se discrimina por horario?

En medio de un proceso de quita de subsidios, el gobierno nacional analiza la implementación de una tarifa eléctrica que discrimine el precio al consumidor según los horarios de uso. Los domingos, además de fútbol, ideal para lavar la ropa.

En sintonía con los principios económicos que inspiraron los discursos de Javier Milei camino a la presidencia de la Nación, su gobierno quiere modelar el cuadro tarifario de acuerdo a un principio inequívocamente liberal. Si desde el espectro liberal-libertario se reflexiona “¿vale lo mismo un vaso de agua en el desierto del Sahara que en una ciudad?”, esta vez la pregunta sería: “¿Vale lo mismo la energía un domingo a la media noche que un lunes a mañana?”

Pues no. En función de ello se analiza la implementación de un cuadro tarifario que acreciente el costo tarifario en horarios de alta demanda energética y que, por consecuencia, reduzca el precio final en la tarifa por los consumos en horarios de baja demanda, algo que actualmente no ocurre. 

Como tuvo que reconocer el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, la tarifa en Argentina “es plana”. Es decir, el costo es el mismo si uno prende el secador de pelo a las 3 de la tarde o a  las 9 de la noche. Sin embargo, en un contexto de reducción acrecentado de subsidios a partir del mes de junio, el gobierno analiza opciones para que los usuarios puedan regular su consumo en el hogar, lo que reduciría la compra de energía cuando el precio es más elevado. Así, se discrimina los horarios de consumo en “pico” (cuándo el consumo es alto) y “valle” cuando el consumo es bajo.

¿Cuáles son los horarios pico? Los días laborables de 9 a 14 hs y de 18 a 22. ¿Cuáles son los horarios valle? Los días laborales de 0 a 8 y, en general, los horarios de días no laborales. El consumo es intermedio entre las 8 a 10, de 14 a 18 hs y de 22 a 00 de los días laborales.

Es decir, bajo este sistema sería más económico utilizar equipos de alto consumo: lavarropas, secador de pelo, aire acondicionado y estufas eléctricas; por las noches y los fines de la semana, horarios donde el consumo en hogares es menor, las instituciones públicas y privadas se encuentran cerradas, de igual manera que gran parte de las actividades económicas secundarias y terciarias.

Este sistema permitiría que el usuario implemente mecanismos de regulación sobre el consumo energético responsable con el fin de reducir el impacto final en su factura de luz: es este elemento el que termina disciplinando al usuario.

Pese a que este sistema aún permanece como una idea y no hay novedades sobre una futura implementación, la aplicación del mismo antes del verano implicaría un verdadero desafío para el gobierno en caso de vivirse olas de calor como las que han acaecido en veranos anteriores. Esto, a su vez, se suma al propio costo político de la aplicación de un ajuste a los subsidios tarifarios, que forma parte de uno de los pilares del gobierno por lograr el tan requerido “superávit fiscal primario” que, junto a la reducción de la inflación, es considerado como uno los pilares de la gestión económica del ministro Caputo. Esto recién comienza.