Con el último ajuste de precios reflejado este lunes en los surtidores, lnaftas y el gasoil acumulan un aumento promedio país del 107% desde que Javier Milei asumiera la presidencia. La súper pasó de $430 a $837 en la Ciudad de Buenos Aires, de diciembre a la fecha.
El lunes 1 de abril, todas las estaciones de servicio en Argentina aplicaron un aumento promedio del 4,6% en los precios de los combustibles. Esta medida se atribuye principalmente a la actualización impositiva ordenada por el Gobierno, junto con aumentos relacionados con costos y márgenes de devaluación mensual por parte de las petroleras líderes en el mercado local, como YPF, Shell (operada por Raizen), Axion y Puma, que controlan el 95% del mercado nacional.
Los nuevos precios de referencia en las estaciones de YPF en la ciudad de Buenos Aires son de $837 para la nafta súper, $1033 para la nafta premium, $883 para el diesel ultra y $1123 para el diesel premium. Como referencia, en el 10 de diciembre, la súper más vendida del país costaba $430 el litro.
Este último incremento se suma a una serie de aumentos acumulados desde el inicio del Gobierno de Javier Milei, ascendiendo a un 107,1% desde el 10 de diciembre pasado. Desde diciembre de 2023 hasta la fecha, el incremento alcanza el 169%.
La justificación para este nuevo aumento se encuentra en la implementación de la tercera etapa de cuatro para la actualización gradual de impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono sobre las naftas y el gasoil. Esta etapa implica un incremento del impuesto de monto fijo de $34, elevando el tributo de $98 por litro a $132, es decir, un incremento del 35%.
Sin embargo, este incremento continuo de precios ha tenido un impacto negativo en la demanda de combustibles. En enero, se registraron bajas significativas de hasta un 25% en los productos premium, lo que contribuyó a una caída del 5,7% en las ventas totales de naftas y gasoil en comparación con enero de 2023.
Además, se observa un cambio en los hábitos de consumo, con un traslado importante desde los productos premium a los de grado 2, que son más económicos.
El aumento en los precios de los combustibles ha generado preocupación tanto en los consumidores como en los estacioneros, quienes enfrentan una disminución en la demanda que podría persistir en los próximos meses.