Argentina retomó las importaciones de gas desde Bolivia pese a la inauguración de la reversión del Gasoducto Norte

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El país vuelve a recibir gas natural boliviano tras la inauguración de la obra de reversión del Gasoducto Norte. Problemas de infraestructura y precios competitivos explican el regreso de las importaciones, mientras se espera la finalización del tramo clave Mercedes-Cardales.

Argentina retomó esta semana las importaciones de gas natural desde Bolivia, a pesar de que la reciente inauguración de la reversión del Gasoducto Norte se presentó como una medida para eliminar la necesidad de importar. Los despachos de gas boliviano comenzaron el martes 12 de noviembre, con volúmenes de 1,5 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d), y se proyectaron hasta al menos el sábado 16 de noviembre, de acuerdo con la programación del Enargas que dio a conocer Infobae.

El flujo de gas boliviano fue solicitado debido al retraso en la finalización del tramo Mercedes-Cardales, una sección fundamental para transportar el gas de Vaca Muerta hacia el norte del país. Sin esta infraestructura completa, no fue posible aprovechar plenamente la capacidad del gasoducto para suplir la demanda de las provincias del norte, lo que obligó a retomar las importaciones.

Según el parte diario del Enargas, la inyección de gas proveniente de Bolivia se mantuvo estable durante los días 12 y 13 de noviembre, con un volumen de 1,5 MMm³/d. Estos envíos permitieron reforzar el abastecimiento en una región históricamente dependiente del gas importado, especialmente durante picos de demanda en épocas de alta temperatura.

El nuevo acuerdo para estas importaciones se realizó bajo una modalidad interrumpible, lo que implica que el suministro no está garantizado en forma continua. Según información publicada por el mediopatagónico Río Negro, el precio del gas boliviano fue acordado en alrededor de USD 8 por millón de BTU, lo que representó una reducción significativa en comparación con el costo del gas natural licuado (GNL) importado desde Chile, cuyo precio superaba los USD 20 por millón de BTU. Este ajuste económico fue un factor determinante para optar por las compras a Bolivia.

La reversión del Gasoducto Norte, inaugurada oficialmente el 4 de noviembre, tenía como objetivo transportar gas de Vaca Muerta para sustituir importaciones, con una promesa de ahorro anual de hasta USD 1.000 millones. No obstante, la obra aún requiere ajustes y finalizaciones para operar a plena capacidad. El tramo inconcluso Mercedes-Cardales sigue siendo el principal obstáculo, ya que limita el transporte del gas desde el sur hacia el norte del país.

Durante la inauguración, Daniel González destacó que esta obra podría ser la “última financiada por el Estado Nacional”, señalando que “el sector privado está dispuesto a invertir en obras de infraestructura que tienen todo el sentido económico”. González subrayó que la construcción no solo fortalecerá la industria nacional sino que también permitirá futuras exportaciones a la región.

La situación actual expuso tanto la falta de finalización de la infraestructura necesaria como la necesidad de contar con medidas de respaldo para asegurar el suministro de gas. En tanto se completa la obra pendiente, Argentina seguirá dependiendo parcialmente de las importaciones de gas boliviano para equilibrar su demanda interna durante el verano.