El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipó temperaturas superiores a la media histórica para el verano 2024-2025 en Argentina, especialmente en el centro y norte del país. En respuesta, el Gobierno lanzó un plan de emergencia para evitar cortes eléctricos, en un contexto marcado además por el inminente incremento de tarifas, lo que podría generar tensiones entre los usuarios.
Según el SMN, hay entre un 50% y 55% de probabilidades de que las temperaturas sean más altas de lo normal en los próximos meses. Esta previsión generó alarma en redes sociales, donde circuló información incorrecta que indicaba posibles picos de hasta 50 grados en Buenos Aires. El organismo desmintió estas cifras, aclarando que el pronóstico indica una tendencia a superar los valores promedio, lo que podría traducirse en olas de calor más intensas.
Las regiones con mayor riesgo de temperaturas extremas incluyen el Noroeste Argentino (NOA), la franja central del país y el este de la provincia de Buenos Aires. En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), se proyecta un aumento gradual de las temperaturas a partir de noviembre, con máximas que podrían alcanzar los 33°C a mediados de mes, lo que incrementaría el uso de sistemas de refrigeración y, con ello, la demanda energética.
Medidas preventivas del Gobierno para evitar cortes
Ante la posibilidad de un aumento significativo en la demanda, el Gobierno lanzó el Plan Verano 2024-2025, que incluye medidas preventivas tanto para la generación como para el transporte y la distribución de energía. Las principales acciones contemplan la importación de electricidad desde Brasil en días críticos, la ampliación de los intercambios de energía con Paraguay a través de Yacyretá, y la implementación de incentivos económicos para garantizar la máxima disponibilidad de generadores térmicos.
En cuanto al transporte de energía, se prevé la incorporación de cuatro transformadores de reserva, mientras que para la distribución se establecerá un programa voluntario y remunerado para que los grandes usuarios industriales reduzcan su consumo en horas pico. Asimismo, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) instruyó a Edenor y Edesur a presentar planes de contingencia para sus nodos críticos, con el fin de minimizar los cortes imprevistos.
Incremento de tarifas y tensiones con los usuarios
Además del desafío técnico de evitar cortes, el Gobierno enfrenta la difícil tarea de gestionar el impacto del alza tarifaria que comenzará a regir a partir de diciembre. La Secretaría de Energía justificó el aumento como una medida necesaria para garantizar la operatividad del sistema y evitar apagones masivos, especialmente en un contexto de altas temperaturas y demanda récord de electricidad.
El ajuste de tarifas llegaría en un momento delicado, con los consumidores ya enfrentando aumentos significativos en los últimos años.
Un sistema en crisis y la amenaza de cortes
El sector energético argentino atraviesa una crisis estructural, derivada de dos décadas de falta de inversión y mantenimiento, lo que ha llevado al sistema al borde del colapso. La parada técnica de la Central Nuclear Atucha I, junto con la disminución de la generación hidroeléctrica en Brasil debido a una sequía prolongada, complica aún más el panorama. Con un pico de demanda proyectado en 30.700 MW, que superaría el récord histórico de 29.653 MW alcanzado en febrero de 2024, el riesgo de apagones es elevado.
A pesar de las medidas de contingencia, el Gobierno no descarta la posibilidad de cortes en caso de fallas en la generación o la distribución, aunque afirmó que no habrá cortes programados para los usuarios residenciales. Sin embargo, advirtió que el éxito del plan depende en gran medida de la colaboración de los grandes consumidores y de la efectividad del ajuste tarifario para financiar las acciones preventivas.