En asociación con Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE), llevará a cabo la instalación de una planta de hidrógeno verde en la localidad de Pocitos de la provincia de San Juan. Este proyecto, que se ubicará en el mismo predio donde EPSE desarrolla una fábrica de paneles solares fotovoltaicos, promete ser un referente en innovación y desarrollo tecnológico.
La planta, que se establecerá como un modelo de instalación, servirá como plataforma para explorar y aplicar distintas tecnologías relacionadas con el hidrógeno obtenido a partir de fuentes renovables. Bajo la modalidad “llave en mano”, Impsa será responsable de la construcción de la planta, desde la ingeniería y fabricación de los componentes hasta el sistema de control, todo ello bajo los más altos estándares de calidad y normativas internacionales.
Uno de los aspectos destacados de este proyecto es su integración con la fábrica de paneles solares fotovoltaicos. Se espera que el hidrógeno verde generado en la planta cubra parte de la demanda energética necesaria para la producción de estos paneles mediante el uso de celdas de combustible. Además, la energía requerida para el proceso de electrólisis, utilizado para obtener el hidrógeno, será suministrada por un parque solar fotovoltaico que Impsa construirá en la zona de Tocota, también en San Juan, lo que demuestra una cadena integrada y sostenible.
Este proyecto no es el primero de colaboración entre Impsa y EPSE en la provincia. Previamente, ambas empresas firmaron un contrato para la construcción del parque solar Ullum Alfa, con una potencia instalada de 50 megavatios (MW), destinado a abastecer de energía a unas 50.000 viviendas familiares en la región. Con estos avances, se evidencia el compromiso conjunto por impulsar el desarrollo sostenible y la adopción de energías limpias en la provincia de San Juan.
Impsa, camino a la privatización
En paralelo, el proceso de venta de las acciones de Impsa continúa su curso. Actualmente, el Estado nacional posee el 63,7% de las acciones, mientras que la provincia de Mendoza ostenta el 21,2%. La privatización, anunciada hace más de siete meses, implica un complejo proceso que se espera culmine en un plazo aproximado de un año. Este proceso incluye ofrecer las acciones a los acreedores de la empresa y, en caso de quedar acciones sin ser tomadas por estos, salir a venderlas en el mercado.
El contexto financiero de Impsa muestra signos de mejora, según su último balance presentado ante la Comisión Nacional de Valores. La empresa ha triplicado sus ingresos por ventas, contribuyendo a reducir significativamente sus pérdidas en comparación con años anteriores. A pesar de este avance, la empresa aún enfrenta retos en su proceso de reestructuración y privatización.