El escenario de recesión, la caída proyectada en la actividad industrial y la última ola de calor relativizan el impacto que tendrían los inconvenientes de Oiltanking en la entrega de crudo para el abastecimiento de gasoil, de cara la próxima cosecha.
Durante las últimas horas circuló en el sector energético un mensaje en off the record titulado “Corre peligro el abastecimiento de gasoil para la próxima cosecha”. El memo señalaba que tras la seguidilla de incidentes ambientales en los que había incurrido Oiltanking Ebytem, “las refinerías ubicadas en los alrededores a la ciudad de Buenos Aires dejarán de producir 150 millones de litros de gasoil que el campo necesitará para la campaña de cosecha gruesa que empezará en las próximas semanas y se extenderá hasta el mes de abril”.
El texto detallaba que el volumen afectado por la merma representa algo más del 10% de la demanda mensual de gasoil.
Las tres refinerías directamente afectadas serían las más importantes del país, que se encuentran en la provincia de Buenos Aires: la de YPF en La Plata, la de Axion en Campana y la de Raizen (que procesa y comercializa combustibles Shell) en Dock Sud.
Con el antecedente de octubre pasado que paralizó los surtidores en todo el país y que muchos entienden como una de las tantas causas de la derrota de Massa en el ballotage, el tema activó banderas de alerta. Los grandes medio no tardaron en imprimir titulares.
Una fuente con profundo conocimiento del mercado comentó a Sentido Energético que es un panorama exagerado y alarmista: “Claro que el sistema la producción y abastecimiento de gasoil podría verse resentido por este tema, pero hay varios factores que ponen en duda el pronóstico, como la baja proyectada en la actividad industrial y la caída de la demanda de gasoil producto de la recesión”.
Asimismo, la fuente destacó que “el sistema no se encuentra tan resentido como se intenta hacer ver, la refinería de YPF en La Plata tiene capacidad para procesar crudo liviano proveniente de Vaca Muerta, y lo de Oiltanking afecta a las que procesan crudo pesado”.
“A esto hay que sumar que la logística de importación de gasoil se hace a través de la terminal de Dock Sud y no por la de Puerto Rosales”, que opera la alemana Oiltanking en sociedad con YPF.
Finalmente, en los últimos días y tras la intensa ola de calor que asoló a casi todo el país, comenzaron a sonar voces de cautela ante las proyecciones de “cosecha récord” pronosticada para el 2024.
Los derrames de Oiltanking
La operación Oiltanking Ebytem había sido suspendida por la autoridad de aplicación de la provincia el pasado 17 de enero, luego de una seguidilla de derrames de hidrocarburos en la ría de Bahía Blanca, cerca del Puerto Rosales. (Punta Alta).
Según reportó la empresa en su momento, los incidentes ambientales fueron producto de averías en las monoboyas necesarias para operar la logística.
La terminal Puerto Rosales es una de las principales instalaciones de exportación de petróleo del país. La interrupción de las operaciones de la terminal podría haber provocado una merma en la producción local de nafta y gasoil, que debía ser reemplazada con importaciones.
Hasta el momento, sólo una de las dos monoboyas fue reparada pero alcanzó para que la provincia le levantara la suspensión preventiva. De todas formas, la empresa opera con capacidad limitada. Durante enero, las refinerías dejaron de recibir 170.000 m3 de crudo. Para febrero, en tanto, la caída de volúmenes que la propia Oiltanking ya les informó a las empresas será de 103.000 m3 de petróleo.
Acerca de Oiltanking Ebytem
Oiltanking es una empresa conjunta entre la alemana Marquard & Bahls AG e YPF. La empresa anunció el año pasado una inversión de US$500 millones para construir un muelle en Puerto Rosales, que permita operar en condiciones climáticas más adversas. También está en vías de construir cinco tanques de almacenamiento adicionales.