Superávit energético de USD 25.000 millones “no es una fantasía”, aseguró Ormachea a Diputados

Con el foco puesto en el potencial que tiene la Argentina para convertirse en exportador neto de energía, Ormachea defendió ante el plenario de la Cámara de Diputados el impacto positivo que tendrá la “liberalización” del sector en la inversión, el empleo y la balanza comercial. Planteó la necesidad de tres condiciones básicas para que esto se concrete: precios competitivos internacionalmente, libertad de exportación y acceso a divisas.

El presidente de la Cámara de Empresas de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) y ex CEO de Tecpetrol, Carlos Ormachea, expresó hoy “el apoyo de las empresas del sector a las modificaciones a la ley 17.319 tendientes a liberalizar el sector hidrocarburífero”.

Durante su exposición ante el plenario de Comisiones en Diputados, que debate el tratamiento de la Ley Ómnibus, Ormachea argumentó que, de impulsarse las reformas, el sector proyecta un régimen de inversiones por 15 mil millones de dólares al año, la creación de empleos de calidad, el fortalecimiento de la cadena de valor de la industria y una mejora de 29 millones de dólares de la balanza de pagos del país, para el 2030.

La Argentina pasará “de un déficit de 4 mil millones, que tuvimos en 2022 a un superávit de 25 mil millones de dólares”, afirmó.

En un discurso leído, el presidente de la CEPH estimó que “se generarán ingresos adicionales para el fisco de unos 15 mil millones de dólares por año, 3 mil directamente a las provincias en concepto de regalías e ingresos brutos y 2 mil al fisco adicional, de los cuales 1.500 vienen de retenciones a las exportaciones nacionales que generan estos proyectos”.

Ormachea también sostuvo que “la libertad de precio, la libertad de comercio y la eliminación de posibles discrecionalidades en las decisiones políticas relativas al sector, van a impactar positivamente en el proceso de inversión creando empleos que podrían llevar adelante con el desarrollo pleno de los recursos con que cuenta nuestro país.”

Y proyectó: “para el año 2030, el sector de la producción de gas y petróleo puede multiplicar por 2,5 la producción de petróleo que tenemos hoy en Argentina, llegando a 1,5 millones de barriles por día, aumentar de 240 millones de m3/día que es la producción de gas en el pico de invierno, a 240 millones de m3/d de gas incluyendo solo en este número un primer tren de importación de gas licuado de 4 millones de toneladas por año cuando Argentina fácilmente debiera aspirar como mínimo a producir 5 veces este último volumen”. Siempre y cuando se creen las condiciones favorables, y “este proyecto contribuye significativamente a ello”, aseguró.

En términos de inversiones, Ormachea dijo que se pondrá en marcha un “régimen anual de unos 15 mil millones de dólares todos los años, que va a permitir crear nuevos empleos de calidad y muy bien remunerados por una vez y media lo que hoy tiene la industria que está trabajando en el país.”

En cuanto al impacto indirecto en la creación de empleo, Ormachea sostuvo que “hay que considerar que por cada persona que entra a trabajar cada día en un campo petrolero, hay otras 15 que están trabajando en la cadena de valor fuera del campo en las empresas relacionadas con esta actividad.”

El impacto al equilibri fiscal que proyectan las petroleras será superlativo: “Se generarán ingresos adicionales para el fisco de unos 15 mil millones de dólares por año. 3 mil directamente a las provincias en concepto de regalías e ingresos brutos, y 2 mil al fisco adicional de los cuales 1.500 vienen de retenciones a las exportaciones nacionales que generan estos proyectos.”

“Y finalmente, para completar el impacto que pueden tener las medidas que se están propiciando acá, habrá una mejora de 29 mil millones de dólares en la balanza comercial de Argentina, pasando de un déficit de 4 mil millones que tuvimos en 2022, que es el último cerrado e informado hasta la fecha, a un superávit de 25 mil millones de dólares”, sostuvo.

Hacia el final de su exposición, Ormachea afrimó que no se trata de una fantasía, “es una cosa perfectamente factible”, aseguró y argumentó: “Primero, porque en el mundo vemos un aumento de la demanda de energía. La Agencia Internacional de Energía pronostica un crecimiento de un 47% de la demanda mundial de energía de acá al 2050. Y segundo, porque Argentina puede ser parte de la solución para esta nueva demanda, porque tiene los recursos naturales. Solamente los recursos de Vaca Muerta en gas sirven o podrían cubrir el consumo doméstico por 90 años. No tiene sentido económico guardar esos recursos económicos bajo tierra, ni si quiera eso es necesario. Entonces, claramente un proyecto de exportación, cosa similar ocurre con el petróleo. Argentina lo puede ser porque tiene empresas locales con el conocimiento que se necesita para proveer los bienes y servicios para esta actividad. Finalmente, porque tiene empresas petroleras con capacidad y decisión de invertir como quedó demostrado cada vez que las condiciones estuvieron dadas.”

Ormachea cerró su exposición, mientras Espert le marcaba el tiempo cumplido (5 minutos), detallando las condiciones necesarias para materializar la fantasía: “Para transformar este potencial en una realidad”. afirmó, “necesitamos sólo 3 cosas: una regla de precios alineada con los vigentes en el mundo, la posibilidad de exportar sin restricciones, y un acceso a la divisa para poder repagar las inversiones.”

Finalizó: “Este proyecto, aporta sustancialmente para que se resuelvan los dos primeros problemas. Por eso, estamos apoyando la iniciativa del Ejecutivo. Hemos mandado una carta al secretario de Energía fijando la posición de la industria, y vamos a dejar copia en las comisiones.”