El ex Tecpetrol, Matias Fariña, vino a poner orden en la manoseada estructura del Upstream de YPF, la principal productora de gas y petróleo del país.
La primera decisión que tomó el hombre de Marin en el corazón de YPF fue poner fin a la división entre convencional y no convencional. Se vuelve a la vieja estructura de dos regionales: la Sur, bajo el mando de Jorge Kessler, que tendrá las operaciones de las cuencas San Jorge y Austral; y la Oeste, bajo la batuta de Juan Manuel Ardito, con responsabilidad en las cuencas Neuquina y Cuyana.
Ambos nombre tienen historial dentro de la compañía. Kessler reemplazó a Alejandro Eloff durante el último año de la gestión de Pablo González. Algunos dentro de la compañía dicen que “conoce a los pozos de la cuenca más de Mosconi”. Y Ardito fue uno de los jóvenes que participaron del desarrollo de Vaca Muerta desde sus inicios de la mano de los “Pablos”, por Bizzoto y Iuliano. Durante los últimos años fue vicepresidente de no convencional y ahora suma áreas y alcance.
A través de esa estructura “burocrática” como se la podría llamar, llegan las áreas técnicas que aportarán su conocimiento para cada una de las Regionales. Especialmente se destacan, la ascendente Guillermina Sagasti, que asume la estratégica vicepresidencia de Desarrollo y Fernando Arias, que se queda con Perforación y Workover.
Sumada a ese equipo, aparece Florencia Raggio que paga con su cargo el haber jugado fuerte con Pablo González en su apuesta por Palermo Aike. Por eso, se queda solamente a cargo de los proyectos de exploración, con su “caballito de batalla” que es el offshore.
Como áreas de servicio, aparecen todos técnicos de la compañía como Cristina Szwed, en Instalaciones; Pablo Kondratiuk, en calidad y medio Ambiente; Mauro Andreoli, en Tecnología de las operaciones; y Rodrigo Ugarte, en la relación con las participadas.