Los precios de la baterías de litio cayeron este año un 14%, a nivel promedio mundial, tocando el mínimo histórico de $139/kWh. Recupera así la senda bajista desde 2013, interrumpida solamente entre 2021 y 2021, donde había experimentado un aumento del 7%.
Según un análisis de BloombergNEF (BNEF) este descenso se debe a la caída de los precios de las materias primas y de los componentes a medida, lo que aumentó la capacidad de producción en todas las partes de la cadena de valor de las baterías. A su vez, la demanda no alcanzó a cumplir las expectativas totales de los fabricantes.
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“A pesar de este crecimiento, los principales fabricantes de baterías informaron tasas de utilización más bajas para sus plantas, mientras que la demanda y los ingresos no cumplieron con las expectativas de muchas empresas. Como resultado, muchos fabricantes de vehículos eléctricos (EV) y baterías revisaron sus objetivos de producción, lo que a su vez afectó los precios de las baterías. Los precios del litio alcanzaron un punto máximo a fines de 2022, pero los temores de que los precios se mantendrían altos han disminuido en gran medida desde entonces y ahora los precios están cayendo nuevamente.”
Evelina Stoikou, asociada senior de almacenamiento de energía en BNEF y autora principal del informe, dijo: “Es otro año en el que los precios de las baterías siguieron de cerca los precios de las materias primas. En los muchos años que hemos estado haciendo esta encuesta, la caída de los precios ha sido impulsada por el aprendizaje a escala y la innovación tecnológica, pero esa dinámica ha cambiado. La caída de los precios de este año se atribuyó a un crecimiento significativo en la capacidad de producción en toda la cadena de valor en combinación con una demanda más débil de lo esperado”.
China es el país productor de baterías de litio con el precio más bajo, a a $126/kWh. Mientras que los Estados Unidos y los fabricantes Europeos ofrecen precios un 11% y un 20% superiores, respectivamente, debido en parte que corren detrás del gigante asiático en el desarrollo de esta tecnología, con menor volumen y menor diversidad.
En cuanto a China, cabe destacar que “hubo una intensa competencia de precios a nivel nacional en China este año, ya que los fabricantes de baterías aumentaron la capacidad de producción con el objetivo de obtener una parte de la creciente demanda de baterías”.
Asimismo, la industria de fabricación de baterías continúa evolucionando, “cambiando a la química del cátodo de bajo costo conocida como fosfato de hierro y litio (LFP)”. Estos paquetes y celdas de baterías mostraron los precios promedio ponderados globales más bajos, a $130/kWh y $95/kWh, respectivamente. Este es el primer año que el análisis de BNEF encontró que los precios promedio de las celdas LFP caen por debajo de $100/kWh. En promedio, las celdas LFP fueron un 32% más baratas que las celdas de óxido de níquel manganeso cobalto de litio (NMC) en 2023.
Estos cambios en los precios de las baterías podrían tener un impacto significativo en la transición energética, ya que las baterías de iones de litio son un componente clave de los vehículos eléctricos y los sistemas de almacenamiento de energía estacionarios. Con los precios de las baterías cayendo, es probable que veamos un aumento en la adopción de estas tecnologías en el futuro.
Implicaciones para Argentina
Argentina es el cuarto productor mundial de litio, después de Australia, Chile y China. El país cuenta con el 21% de las reservas mundiales del mineral y está en la vanguardia de la carrera global por el recurso. Actualmente, el país tiene solo dos minas en operación, pero se planean 13 más y se están considerando docenas más. La producción de litio en Argentina se estimó en 6,200 toneladas métricas en 2023. Argentina también acaba de poner en marcha la primera planta de baterías de litio de Latinoamérica, UniLib, de YPF y el Conicet, a través de Y-Tec.
Estos cambios a la baja en los precios de las baterías permiten proyectar un impacto significativo en la transición energética y en la economía argentina, ya que las baterías de iones de litio son un componente clave de los vehículos eléctricos y los sistemas de almacenamiento de energía estacionarios. Con los precios de las baterías cayendo, es probable que veamos un aumento en la adopción de estas tecnologías en el futuro inmediato.
A medida que la demanda de baterías de iones de litio aumente, también lo hará la demanda de litio, beneficiando a la Argentina como país productor del recurso.