En una reciente operación que generó repercusiones en el mercado, Edenor concretó la emisión de Obligaciones Negociables (ON) Clase 7 por un valor nominal de US$135 millones. Esta nueva emisión se enmarca en el “Programa Global para la emisión de obligaciones negociables simples (no convertibles en acciones)” que tiene un monto en circulación de hasta US$750 millones. Dudas en el mercado sobre las verdaderas intenciones de esta seguidilla de emisiones.
La emisión de esta séptima serie de ON por parte de la mayor distribuidora eléctrica del país se realizó en un contexto donde Edenor, empresa del grupo que encabezan Daniel Vila y José Luis Manzano, enfrenta un escenario desafiante, con una deuda significativa acumulada con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). La colocación de estas ON, que devengarán una tasa de interés fija del 9,75% y tienen un vencimiento a seis años, ha despertado opiniones diversas en el ámbito financiero.
¿Una estrategia necesaria o un intento de forzar una renegociación?
Fuentes del mercado han señalado a Sentido Energético que la nueva emisión de deuda ha alimentado las especulaciones sobre las verdaderas intenciones de la compañía. “Hay quienes sostienen que Edenor continúa endeudándose con el propósito de forzar una situación crítica que justifique una futura renegociación de su deuda”, indicaron. Estos rumores han sido alimentados por la significativa exposición de la compañía con Cammesa, su principal acreedor.
La especulación sobre una posible “estrategia de fundición” —en la que Edenor estaría acumulando deuda intencionalmente para negociar desde una posición más débil— encuentra eco en un contexto donde el sector eléctrico enfrenta una alta volatilidad y donde las decisiones tarifarias del gobierno afectan la viabilidad económica de las distribuidoras. Las voces críticas argumentan que este tipo de maniobras podría ser perjudicial para la sostenibilidad del sistema eléctrico y los inversores, que ya enfrentan un alto riesgo país.
Un programa de larga data con modificaciones continuas
El Programa Global de Obligaciones Negociables de Edenor fue inicialmente aprobado en 2019, pero ha requerido actualizaciones periódicas para adecuarse a los cambios en la situación financiera de la empresa y el entorno regulatorio. En abril de 2022 se modificó el programa, y en 2024, tanto en marzo como en septiembre, se realizaron ajustes adicionales que reflejan la necesidad de la empresa de mantener flexibilidad en su acceso al mercado de capitales.
La estrategia de Edenor con esta séptima emisión incluye la opción de amortización escalonada y la posibilidad de rescatar las ON a partir de 2026, lo cual podría ser visto como un intento de mantener abiertas las puertas para una reestructuración de deuda o aprovechar mejoras en las condiciones de mercado en los próximos años.
Un escenario complejo para el sector eléctrico
La situación financiera de Edenor no es un caso aislado, sino un reflejo de las dificultades estructurales que enfrenta el sector eléctrico en Argentina. Con tarifas que han sufrido largos períodos de congelamiento y un esquema de subsidios que está en proceso de revisión, la empresa se encuentra en una encrucijada donde la sostenibilidad de su operación depende de un delicado equilibrio entre financiamiento externo, ajustes tarifarios y el manejo de su deuda.
Mientras que Edenor continúa con sus planes de inversión para mejorar la calidad del servicio y expandir la red, los rumores sobre sus verdaderas intenciones con la nueva emisión de deuda ponen de manifiesto las tensiones inherentes a la administración de una de las distribuidoras eléctricas más grandes del país.
La emisión de las Obligaciones Negociables Clase 7 puede ser interpretada como un paso necesario para asegurar la liquidez y financiar proyectos esenciales, pero también ha generado inquietudes respecto a su impacto a largo plazo y la salud financiera de la empresa. El tiempo dirá si se trata de una medida prudente de gestión o si, como sugieren algunas “malas lenguas”, es parte de una estrategia más arriesgada para enfrentar a sus acreedores desde una posición de crisis.